jueves, 30 de octubre de 2014

Dios sostiene, pero no ata!



Federico Carlos Sainz de Robles, cronista oficial de la Villa de Madrid. El arte de quedarse solo fue su último artículo, publicado en ABC:

 “¿Qué hacer, para no morirse de asco, cuando en nuestra agenda secreta apenas quedan una docena escasa de amistades, a las que no queremos poner a prueba?” Pues practicar a diario, decía, las exigencias, casi reglamentadas, del arte de quedarse solo.

 Un buen amigo, “uno de los poquísimos amigos que aún me quedan (acaso porque aún no lo he sometido a la prueba definitiva)”, al darle a conocer el tema del artículo, le objetó: “No presumas demasiado de tu libertad de Robinson. Aun cuando tu fe católica esté hecha añicos, como tú conservas cuidadosamente, amorosamente, esos añicos, siempre estarás sujeto férreamente a esos mandamientos evangélicos...”

Y el cronista le replicó sosegado: “¡Me parece mentira que tú no sepas, o hayas olvidado, que Dios sostiene, pero no ata!”

(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)





Esos cronistas que nos abrían el alma o nos arrancaban el existencialismo, aquellos que más que criticar lo que otros hacen mal, sacaban lo mejor de sí y nos daban lecciones de vida, mi homenaje a de Robles, por la parte que me toca...

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