La Sexualidad sigue siendo una de las asignaturas pendientes del cristianismo. Muy heredada, la actitud de Platón, Pablo de Tarso y Agustín de Hipona.
De Platón hereda la concepción antropológica dualista opuesta entre el Cuerpo y el Alma, entendiendo el cuerpo como un lastre, como una carga.
De Pablo el Cristianismo recoge la larga lista de pecados como consecuencia de la Sexualidad. Carne y espíritu aparecen en dirección contraria. "Proceded según el espíritu, y no deis satisfacción a las apetencias de la carne...Las obras de la carne son; fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia...Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y apetencias" (Gálatas 5, 16 ss).
De San Agustín se heredó la concepción abstinencia sexual como ideal cristiano.
El planteamiento sería, cómo podemos llegar a la Liberación?? Reprimiendo los instintos, renunciando a esos placeres,quedándonos solo con el alma??? El cuerpo de la mujer durante la Inquisición se entendió como lo negativo, el gesto de éxtasis era signo de inhabitación del Espítitu Santo y de la presencia de Dios.
En frente de todo esto, tenemos la moral judía que no es represiva del cuerpo, defiende el placer, el goce...el libro bíblico de Eclesiastés invita a comer y a beber con alegría, afirma la vida material y sensual en la cotidianidad,, llama a los jóvenes a la diversión y a dejarse llevar por el corazón (11,9). La vida y el mensaje de Jesús de Nazaret está en este tipo de concepto vitalista.
Terminar con unos versos de Eduardo Galeano que llegan en te momento de planteamiento como anillo al dedo..." Dice la Iglesia, el cuerpo es un pecado. Dice el Mercado, el cuerpo es un negocio. Dice el cuerpo, yo soy una fiesta"
Entenderá el Cristianismo, alguna vez, el cuerpo como parte del alma y no hará distinción o dualidad?
Tendremos que esperar como la paloma en San Julián
Sencillamente maravillosa reflexión, incluyendo ese final con dirección a la foto. Tema complejo, al que se le pueden poner mil prismas diferentes y en el que nunca se encontrará la misma cara. En el fondo, es la moral personal la que dictamina.
ResponderEliminarLa moral personal no es válida a los ojos de Dios, o sí? O es válida a los ojos de Dios y no a los ojos de la Iglesia? Lo de ser paloma, es desesperante.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Jose.
Querida Triana-Bel,
ResponderEliminarAmenazar con lo pecaminoso de la sexualidad más allá de las funciones perpetuadoras de la especie y las consecuencias negativas que ello implica para nuestra salvación, el dilema ético y psicológico que nos imprimen desde la concepción católica, que no siempre fue así sino que con el paso de los siglos ha ido endureciéndose y acentuándose, en definitiva gestionar el miedo de las personas es, siempre ha sido, una forma de ejercer, de gestionar el poder sobre el pueblo. Es el miedo como forma de manejar al rebaño, a la sociedad, a las personas.
Durante siglos la pugna entre los postulados epicureístas y estoicos ha sido una constante, divergencias entre teólogos de diferentes corrientes, reflejado incluso en luchas teológicas, filosóficas y conductuales que se han extendido a enfrentamientos incluso entre órdenes monásticas.
Visto lo visto, a tenor de hasta dónde nos ha llevado el camino, la corriente estoica debió ser la que ganó. Y es que ejercer el miedo como forma de poder, de gobernar, siempre ha sido efectivo.
Como siempre, un auténtico placer entrar en su blog